jueves, 4 de diciembre de 2014

LAS DUNAS DEL NAMIB


Llegamos a la capital Windhoek, sin muchas espectativas de encontrarnos algo que nos anime a quedarnos más de una noche ya que para nosotros no tenía nada muy interesante que ofrecernos. Era un mero trampolín para poder continuar el viaje más al sur.

La urbe en sí tiene ese toque de las ciudades que fueron ocupadas por alemanes que hemos visto con anterioridad por el país; calles espaciosas, ordenadas y casitas estéticamente bonitas. Pero con mercados bulliciosos y townships de gente nativa a las afueras como otro lado de la moneda.
Una vez en el albergue donde ibamos a acampar, nos llama la atención que al registranos en sus hojas  vemos que el nombre de arriba es  inconfundiblemente de nuestra tierra.
Trás hacer un scaneo al animado bar del hospedaje en busca de alguien con quien poder hablar sin tener que usar nuestro imperfecto inglés, encontramos entre tanta melena rubia germana, rastas y peinados afros dos personas que son el prototipo autóctono de nuestra tierra.
Con un "Hola, que tal?" comienza uno de los tres días  memorables en la urbe namibia. Risas, cervezas, gintonics, Jagger Masters, parrilladas, trasnoches, charlas...nos acompañan las noches, las tardes y la mañanas perezosas.
Entre la confusión de la noche, se junta un espontáneo catalán aficando en Ciudad de Cabo desde hace unos años. El típico "loco" de la vida que te hace vivir intensamente cada segundo junto a él, que no sabes ni como todo le sale bien apesar de que todo apunte a una gran catastrofe. Energía pura + alcohol= noche inolvidable. El hombre en cuestión se había recorrido partes de Namibia con un ford fiesta que muchos 4x4 ultima generación quisieran. No sabría como describirlo mejor, como se suele decir "hay que conocerlo".

Dejamos Windhoek con pena y con la esperanza que nuestros nuevos amigos encuentren un hueco en cielo namibio para poder volar. Mucha suerte!!!
Dirección Sesriem para visitar las dunas de Sossusvlei hacemos una parada en Solitaire, donde nos encontramos unos coches abandonados preciosos y una colonia de ardillas soprendentemente sociables.
Una vez en Sossusvlei vemos atardecer desde una gran duna roja y al día siguiente amanecer desde la concurrida Duna 45.
Despertarse a esas horas merece la pena, es cuando el sol proyecta unos colores increibles sobre las dunas y te permite ver esos animales que parecen imposibles durante el día por el sofocante calor que hace en horas centrales. La zona es preciosa y sentirte tan aislado en mitad de las dunas y ver como el viento cambia las fromas de las dunas merece una visita.
















Nuestra siguiente parada es en Luderitz, con una más que llamativa posición geográfica y soportando fuertes vientos desde el Atlántico que hacen que estén en lucha constante con las arenas del desierto de Namib y soportando grandes oleajes y marejadas. Los colonos ya podían soportar esto y mucho más gracias a los diamantes que se encontraron en la zona en la década de los años 20, convirtiéndose en una de las zonas más ricas del país hasta que encontrarón mayores minas de diamantes más al sur.
Tal fue el hayazgo en las regiones más australes que incluson dejaron abandonadas una de las ciudades cercanas a Luderitz llamada Kolmanskop. Es un buenísimo ejemplo para hacerse a la idea de como podían vivir las personas relacionadas con el diamante en aquellos tiempos.
Derroche de facilidades y entretenimiento en mitad del desierto. Bolera, teatro donde traían las compañías más punteras de la épocca, cabarets, un tren específico que traía alimentos a la puerta de cada casa, colegio,...y dejarón todo tal y como estaba. Dejando pertenecias, muebles y las propias casas sin importarles el coste de ello para mudarse al sur donde había más yacimientos.
Fue una visita muy interesante, leimos cartas de gente que llego a vivir en ese pueblo de como era su día a día y como se sentían y estar en ese mismo especenario viendo como la arena se como lo que fueron sus casas fue muy interesante.

 Hoy en día apesar de ser una zona  prohibida por ser zona de diamantes se puede visitar consiguiendo un permiso en Luderitz, al contrario que la costa sur que sigue siendo heméticamente prohibida para las personas que no se dediquen al mundo minero.









Vemos un grupo de caballos salvajes dirección al Cañón del Rio Fish. De camino, el tiempo cambia repentinamente, vienen unas nubes negras que traen una tormenta électrica, un rayo hace tierra a pocos metros de nosotros y sin darnos cuenta estamos dentro una tormenta de arena que hace que tengamos que parar porque no se ve ni a un metro de distancia! eso sí, cuando todo pasa y llegas al cañón hace que se te quede la boca abierta trás ver su magnitud; 160km de largo,27 km de ancho y  550m profundidad...madre mía...vemos meterse el sol detrás del cañón.
 



 Llegando casi a Sudáfrica parando en Noordoewer, no es ningún pueblo de la Tierra Media cerca de Mordor, es uno de los pasos fronterizos con Sudáfrica de la cual lo separa el rio Orange.  Un rio precioso, lleno de vida y del cual se puede beber directamente sin miedo a cocodrilos, hipopótamos o demás fauna con ganas de comer carne humana.

2 comentarios:

  1. Alba periodista nata q bien narras todo jolin lo q estoy aprendiendo muchos besitos ya va quedando menos eneko q se acaba boy poniendo el puchero jajaja os quiere amama jacin

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  2. ZORIONAK ETA URTE BERRION DE PARTE DE TODOS NOSOTROS OS ECHAMOS DE MENOS PERO YA QUEDA MENOS PARA VEROS QUE PASEIS BUENAS FIESTAS AGUR BAY MIS CHICOS BESITOS ENRIQUE RICHARD JULENE YAIZA MARIA SARA Y COMO NO YO AMAMA JACIN OS QUEREMOS

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