Llegamos al país sin litoral por la frontera de Kasane que une cuatro paises, Botswana, Zambia, Zimbabwe y Namibia. Apesar de que aparentemente puede parecer una fontera complicada, resultó ser algo rápido, sencillo y gratuito. sólo nos sorprende un control veterinario, de inspección de carne roja a la entrada del país, que hace que el beicon que llevamos en la nevera tiemble... logra sobrevivir por el bien de todos.
Una vez dentro del país, nos dirigimos al famoso parque Nacional de Chobe. Nos encontramos el parque seco y con la única fuente de agua en la rivera del rio. estamos a finales de la época seca y apesar de que el paisaje que vemos es triste y sin vida hacia el interior del parque, la rivera está llena de vida y de color. Vemos y nos obstaculizan el paso en numerosas ocasiones manadas enormes de elefantes que se encuentran en mitad del camino a la sombra de los árboles. La verdad es que aunque parezaca fenomenal es una situación que acojona bastante, muchas veces nos encontrabamos en mitad de manadas con el suelo de arena y con el coche sin poder traccionar a la perfección. Aún así y ahora sanos y salvos, podemos decir que fué una pasada. Fuimos sin guia, muy sencillo y muy recomendable. Todos los animales se agrupan en la rivera del rio, leones y leonas, elefantes, cebras, hipopótamos, jirafas, búfalos...
Hacemos noche en los matorrales de entrada al Kalahari. A la mañana siguiente como aperitivo de la temporadad de lluvias que se acerca, nos cae una tromba de agua que hace que los caminos de arena en pocos minutos se colapsen y la tierra no pueda soportar tanta cantidad de agua.
Desechamos adentrarnos más allá en el Kalahari...lo tendremos que ver desde Namibia.
Tras numerosos realojos a los Bosquimanos que viven en esta zona se les prohibe cazar y vivir con sus tradiciones, obligándoles a vivir en pozos de agua permanentes y a comportarse de una manera que dicen civilizada.
Nos vamos hacia las Colinas Tsodillo, hoy Patrimonio de la Humanidad. Hacemos un trekking por las colinas viendo las diferentes pinturas que hicieron y cuevas donde dormían los San hace miles de años. Volvemos a dormir libres, entre los matorrales.
Reanudamos la marcha para ir poco a poco dirección Namibia, no sin antes montar en mokoro por el Okavango. Visitamos lo que llaman la ciénaga del Okavango, adyacente al Delta pero sin ser una concesión privada en la que sólo puedes dormir en alojamientos con precios astronómicos.
Por desgracia se necesita mucho dinero para poder disfrutar a fondo de esta región. Para nosotros nuestro pequeño viaje en mokoro sin lujos y guiado por un pescador local, es más que suficiente. Viendo unas pocas aves y cocodrilos de cerca.
Quien siembra tormentas...
Oye vaya chalet que habéis montao arriba del coche es la caña... Jajajaja por cierto fotos muy chulas en toda la página. Disfrutar pareja.
ResponderEliminarHola pareja, os seguimos y comentamos vuestras azañas entre tren y tren. Muy bonitas las fotos y muy bien narradas.
ResponderEliminarOs esperamos a la vuelta, disfrutad cada momento.